Mi abuelita Bertha: mi inspiración en la cocina !!!
- Angie

- 8 jul 2020
- 3 Min. de lectura
Qué afortunadas somos las personas que probamos su comida !!!

En esta foto están mis abuelitos paternos: mi abuelito Porfirio y mi abuelita Austrebertha o como la conocemos todos Bertha o Berthita. A mi abuelito no lo conocí pues murió muy joven antes de que yo naciera, así que mi abuelita se quedo a cargo de sus 6 hijos a quienes les dio una carrera y saco adelante a pesar de no saber leer ni escribir. Es originaria de un pueblito en el estado de Hidalgo llamado "Guerrero" en donde aprendió a cocinar desde muy pequeña, pues su mamá trabajaba y tenía que ayudar a su abuelita "Felipa" quien le enseño a matar y desplumar gallinas y guajolotes, a hacer tortillas a mano que ponían en el comal sobre la leña, mole verde en el metate, diversas variedades de salsas en el molcajete y tlacoyos ahogados en salsa verde.
"Mis bisabuelos se llamaban Isabel y Raúl"
Después de conocer a mi abuelo se vinieron a la ciudad de México a "buscar suerte" como muchas personas del campo. Aquí mi abuelita siguió conservando sus costumbres sobretodo culinarias. Desde muy pequeña recuerdo verla en el metate haciendo el mole verde, a mí eso me parecía fantástico y solo pensaba en lo fuerte que era. Lo único que no disfrutaba de todo el arte de cocinar era cuando mataban a los guajolotes y gallinas para el mole, mi abuelita iba a Hidalgo a comprarlos y los engordaba durante 2 meses para garantizar que estuvieran bien alimentados, obviamente en las reuniones familiares los veíamos y a veces jugábamos con ellos, ya se imaginaran nuestro trauma al saber que serían parte de la comida. Yo me negaba rotundamente a comerlos y lo sigo haciendo, no puedo comer un animal que vi antes vivo. No podría elegir solo un platillo de mi abuelita, pero a mi mente vienen la sopa de habas y la capirotada en semana santa, el pan de elote en agosto, los chiles en nogada en septiembre, la calabaza en tacha en octubre, los tamales y el arroz con leche para los "muertitos" en noviembre, los romeritos y el bacalao en diciembre y bueno para todos los cumpleaños el mole verde, mole rojo, pipián, arroz o los tlacoyos ahogados que son los favoritos de muchos.
"La cocina de mi abuelita se basa en tradiciones pasadas de generación en generación"
Los único que en verdad lamento es que al no saber escribir no tiene recetas escritas y actualmente ya no recuerda muchos ingredientes o porciones, ya no cocina pues el haber cocinado muchos años con leña le ocasiono problemas respiratorios y ahora tiene que utilizar respirador todos los días. Sin embargo mi mamá a pesar de ser su nuera fue muy apegada con ella, sobretodo en la cocina y gracias a eso hemos podido reconstruir varias recetas, como su pan de naranja y su champurrado que son exquisitos.
Para mi abuelita era muy importante que las mujeres supiéramos cocinar pues ella decía que "el amor entra por los ojos pero se conserva con el estomago" jejeje, también decía que "con el sazón se nace" y se compadecía de las pobres mujeres que no habían nacido con sazón. Yo sinceramente creo que todas y todos podemos cocinar, pero ciertamente unos le ponen más cariño que otros.
Y es que la comida no solo transmite olores y sabores, también es capas de transmitir sentimientos, como ese caldo de pollo que me hace mi mamá cuando estoy enferma, me reconforta tanto, yo lo he hecho en mi casa pero nunca siento ese apapacho. Cuando empece a cocinar me propuse que de la misma manera en que haría recetas modernas, también iba a rescatar las recetas de mi abuelita, es mi forma de rendirle un homenaje y agradecerle por tantos y tantos años de alimentar a nuestra gran familia.
No se si herede el sazón de mi abuelita Bertha, pero lo que estoy segura es que herede tradiciones que voy a preservar el resto de mi vida y a pasar a las siguientes generaciones para que no olvidemos nuestras raíces, de donde venimos...






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